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sábado, 9 de febrero de 2013

7 minutos


Según la RAE, un retrato es la “descripción de la figura o carácter, o sea, de las cualidades físicas o morales de una persona”. Y me pregunto: ¿es esto realmente posible? Pasan por nuestros ojos infinidad de retratos fotográficos y construimos nuestra propia visión de sujetos muchas veces desconocidos, atribuyéndoles cualidades de personalidad no siempre acertadas; todo ello basándonos en una imagen tomada en unas pocas centésimas de segundo, y en un momento circunstancial muy concreto de la vida del retratado.

En ‘7 minutos’ me propongo captar una pequeña porción de la vida de alguien. Sujeto y cámara se enfrentan en una relación cercana, íntima y sensorial. En una pequeña habitación casi a oscuras y a ritmo de sonidos intensos, ambos comparten unos minutos en los que construyen una idea más o menos fidedigna del otro. Para el sujeto, el resultado es una experiencia variable formada por sensaciones, reactancia y confesiones frente a la cámara. Para la cámara, el resultado es una imagen que capta todos estos aspectos. Pero la fotografía es un instrumento limitado, y la realidad vivida por sujeto y cámara siempre difiere de la realidad transmitida a un hipotético espectador.




Proyecto realizado en el marco del III Curso de Especialización en Fotografía Contemporánea impartido por Eduardo D'Acosta en la Fundación Valentín de Madariaga, Sevilla.

¡Muchas gracias a todos los que me han ayudado!

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